Historias de Delacroix


Hace unos días quise ir a una conferencia de neurociencia y educación pero me fui al Caixaforum en lugar de al Cosmocaixa de Barcelona. Y ya que estaba allí me quedé a ver la exposición de Delacroix.


Sus obras no se cuentan entre mis favoritas pero de la exposición me intrigaron unos cuantos cuadros porque me hicieron pensar que, si se conocen las referencias históricas y literarias de las mismas,  las obras se disfrutan mucho más.

Por ejemplo, no conocía la historia de San Esteban. Murió apedreado pocos años después de que crucificaran a Cristo, junto a la puerta de Damasco en Jerusalén. Era cristiano helenita, procedente de Grecia, y lo lapidaron los cristianos hebraicos por blasfemo, por interpretar que los textos del Antiguo Testamento preparaban la llegada de Jesús.


Aquí podéis leer más sobre San Esteban  De este cuadro me sorprendió la mujer de la derecha, que parece que ande limpiando la sangre del  pavimento.
 
Otro cuadro que me llamó la atención fue el de Cristo en el lago de Genesaret. Aquí podéis leer sobre este lago hipersalado, también llamado mar de Galilea, y ver una fantástica foto de satélite.

He encontrado la referencia bíblica y aquí está (Lucas 8:22-25):

Y aconteció un día, que él entró en una barca con sus discípulos y les dijo: Pasemos al otro lado del lago. Y partieron. Pero mientras ellos navegaban, él se durmió. Y se desencadenó una tempestad de viento en el lago, y se anegaban y peligraban.Y acercándose a él, le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Y despertando él, reprendió al viento y a las olas; y cesaron, y se hizo bonanza. Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, diciéndose los unos a los otros: ¿Quién es éste, que aun manda a los vientos y al agua, y le obedecen? Y navegaron a la tierra de los gadarenos, que está en la ribera opuesta a Galilea.




Lo curioso aquí es que Delacroix pinta a Jesucristo dormido en medio de la tormenta. La elección del momento y la composición que elige el artista es totalmente diferente a la de, por ejemplo, Tintoretto en otro Cristo en el mar de Galilea...


 Por cierto, si alguna vez vais al Museo de la barca en Kibutz Ginosar, cerca de Tiberías, en Israel, podéis contemplar los restos una barca del s. I, similar a la de los cuadros, que sobrevivió durante tantos siglos por estar sumergida en fango.

Finalmente me atrajo por su tema terrible la pintura Medea.  Una búsqueda superficial revela que Medea procedía de la Cólquida, una zona del imperio griego (que hoy sería más o menos Georgia) donde se encontraba el vellocino de oro. Jasón y los argonautas llegaron a la Cólquida buscándolo y Medea, enamorada de él, traicionó a los suyos y se fue con ellos. Tras un recorrido de aventuras diversas, Jasón abandonó a Medea. Existen diversas versiones de cómo y por qué. Podéis leerlas en castellano e inglés.



En lo único en que coinciden las versiones es en que los hijos de Medea murieron y en que Eurípides perpetuó el mito de que fue ella quien los mató por venganza hacia Jasón. ¿Por qué? Pues, según la versión de Parmenisco, porque en el s.V los dirigentes corintios pagaron a Eurípides para escribir la tragedia así, porque fueron los habitantes de Corinto quienes mataron a los hijos de Medea.... Tal vez, arte al servicio del poder en el siglo V.  En cualquier caso, Delacroix retrata a Medea a punto de asesinar a sus hijos. 

Aquí podéis ver otras obras de arte en que aparece Medea.

El cuadro que más me gustó personalmente por su movimiento y belleza, y porque me tranquilizó entre tanta oscuridad y tormento, fue el de los caballos a la orilla del mar....


Empiezo a encontrar interesante a Delacroix... y os animo a visitar la exposición, hasta el  20 de mayo de 2012 en el Caixaforum de Barcelona. ¡Feliz Semana Santa!








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